sábado, 23 de mayo de 2015

Otros Municipios y Ayuntamientos son posibles

La corrupción municipal no es sólo un problema de partidos y personas, sino de estructura
y formas de gobierno.
Los Ayuntamientos actuales son los herederos de las Corporaciones Locales franquistas, basadas en un modelo de gobernación del caciquismo local. Eso sí, han cambiado algunos caciques casposos por los salidos de los partidos políticos. Pero su funcionamiento y estructura es similar: los que entran se reparten los puestos, tantos como quieran crear, y con los sueldos que se les antoje. Además de haber eliminado y vaciado de contenido los filtros de contención de la corrupción, como en el caso de los interventores. En gran medida es la base del sistema clientelar y la corrupción del sistema. No hay más que ver los constantes escándalos de corrupción, especulación que salen a la luz pública, la conciencia de ello de toda la opinión pública, y sin embargo ningún partido de peso lo ha denunciado en plena campaña electoral ni ha propuesto medidas de reforma. Incluso aquellos aspectos de la Ley del Régimen Local que se pueden calificar como positivos, como los referentes al capítulo IV.  Sobre el Concejo Abierto, que permite el sistema asambleario en municipios de un determinado número de vecinos, características o tradiciones especiales, o la Disposición sobre Información y Participación Ciudadana: Ni se cumplen ni son de dominio público. Y es que el problema es la estructura y su forma representativa, más que las personas que en muchos casos son ciertamente honradas y quieren mejorar su entorno.

  Pero otros Ayuntamientos son posibles. Con amplias asambleas representativas compuestas por delegados elegidos nominalmente por barrio ( distrito o circunscripción ) por sus vecinos, que den cuentas y representen a sus electores. Con Alcaldes elegidos directamente ( ¿? ), y gobiernos locales definidos en su composición ( consejerías, sueldos, cargos de confianza etc. ), funciones y competencias. Y con la participación ciudadana a través de derechos a las entidades y al ciudadano. 

   ( Algo que por cierto ya existe en muchos municipios europeos. Ver el sistema francés, alemán, venezolano etc. Aunque este es un asunto complicado que requiere de un profundo estudio comparativo ).


El derecho a voto en España

  Al voto se le da la cualidad filosófica de derecho "privadom, libre y secreto” que se emite tras recoger tu papeleta en una cabina poco antes de depositarlo en la urna. Sin embargo en España “de facto”, sin entrar en analizar cin qué ley a dónde y a quién se vota,  se ha pasado del voto censatario ( de propietarios etc ) al voto clientelar: Los partidos tienen derecho a emitir papeletas y entregarlas a los electores, con lo que se ponen las condones para el fraude; a su vez un miembro de la familia la puede imponer a su entorno; llevar a personas sin criterio con la papeleta a la urna, y suma y sigue sobre todas aquellas personas sobre las que emane alguna autoridad o poder. En definitiva, un clientelismo que se practica a todos los niveles y ámbitos sociales, hutándole al ciudadano esa mínima reflexión y libertad de elegir.
  Pero es más, el Estado incentiva esta corruptela con el pago a los partidos por la emisión de papeletas. Con lo cual, y ante la competencia desleal, ningún partido se niega a ello. Negocio redondo para algunas formaciones que reciben créditos bancarios para sufragar las “campaña electoral” y que después son condonados a cambio de “favorcillos”.
  A ello hay que añadir la opacidad  para ejercer el Derecho de Voto por parte de ciudadanos comunitarios y emigrantes con convenios con sus respectivos países. Y que se permite la encuestación “a pie de urna” hasta dos horas antes del término de la votación, con lo que se puede detectar los lugares con los que unos cuantos votos dirimen un escaño.
¿ Realmente existen garantías de libertad de voto en el sistema español ?

Miquel Car

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