En esta huelga no se está peleando únicamente por una subida salarial que, aun siendo de suma importancia, solo es una parte de las reivindicaciones de las y los que están protagonizando esta justa lucha.
Los trabajadores y trabajadoras del metal conocen perfectamente en qué condiciones se encuentra el “mercado laboral” donde han de poner a la venta su fuerza de trabajo. No es un mercado justo ni equilibrado, sino que está totalmente corrompido por las mafiosas prácticas de la patronal. Las tristemente ya famosas listas negras donde se incluyen a aquellos compañeros que, para los empresarios, puedan suponer un riesgo por su afiliación sindical, su conciencia de clase o su postura reivindicativa frente a los abusos de la patronal, y que los excluyen sistemáticamente del acceso al trabajo, han de ser eliminadas y perseguidas por las autoridades laborales. La propuesta por la que se está peleando desde hace varios años es la creación de una “bolsa de trabajo” que garantice el acceso a los puestos de forma transparente, en igualdad de condiciones, y que integre un mecanismo de vigilancia de los representantes de los trabajadores. De igual modo, se lucha por la recuperación de los pluses de peligrosidad, toxicidad y penosidad incondicionados, el cumplimiento al 100% del convenio también para los trabajadores de la industria auxiliar, la vigilancia y observación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, la aplicación de coeficientes reductores por trabajos penosos, tóxicos y peligrosos para la jubilación…
Por otro lado, es absolutamente necesario que las organizaciones sindicales mayoritarias, CCOO y UGT, den cumplida información del curso de las negociaciones con la patronal a las asambleas de los trabajadores y trabajadoras, para que sean estos quienes, en última instancia, decidan lo más conveniente para el colectivo en huelga. No se puede permitir ninguna negociación a espaldas de la clase obrera. Es imperativo una transparencia total en ello.
En otro orden de cosas, la Confluencia Sindical de la Bahía de Cádiz, expresa su más profundo rechazo a la incalificable represión que se está llevando a cabo por parte de los cuerpos de seguridad del estado contra la clase trabajadora gaditana. La feroz acción represora de estos cuerpos de seguridad poniendo en serio peligro, no solo a pacíficos manifestantes sino al resto de la población con la utilización masiva de material antidisturbios (tanquetas incluidas) es de tal gravedad, que exigimos la inmediata destitución del Subdelegado del Gobierno en Cádiz, así como la destitución del Delegado del Gobierno en Andalucía. Pedimos, igualmente, el cese del Ministro del Interior, Grande-Marlasca, responsable último de la actuación de un gobierno que tenemos gran dificultad de distinguir de los de la más rancia derecha, habiéndose autodenominado el “más progresista de la historia de España”. Al igual que la cobertura que han encargado los poderes fácticos a sus medios de intoxicación (mal llamados de “comunicación”), falaz y burda en sus intentos de criminalizar la huelga pero que, no obstante, no están logrando engañar y narcotizar a un pueblo trabajador –cada vez más consciente de la situación de crisis económica y política– que desde todo el Estado está haciendo llegar mensajes de apoyo y ánimo en su lucha al sector del metal gaditano.
Por todo ello, la Confluencia Sindical de la Bahía de Cádiz hace un llamamiento a la población en general, tanto de Cádiz como de su Bahía, para que no ceje en su apoyo y solidaridad con la lucha emprendida por los trabajadores y trabajadoras del metal y se sumen a las protestas contra la represión y la violencia policial.
