domingo, 17 de julio de 2016

Monumento en recuerdo de los presos del Campo de Concentración El Colector de Sevilla

Sevilla ha tardado 14 años en erigir un monolito a los presos esclavos de Franco

Las gestiones de grupos memorialistas empezaron en 2002, pero fructifican ahora. Este 18 de julio se inaugura el monumento en el campo de concentración de El Colector

Por fin. Mañana, 18 de julio, día del golpe de Estado que desencadenó la Guerra Civil, los presos políticos utilizados como mano de obra esclava en la construcción del primer campo de concentración en Sevilla, uno de los primeros de España y el único en su casco urbano, tendrán su homenaje en forma de monolito cerca de su ubicación original. Un bloque de hormigón reciclado de la obra que sirvió para restaurar el colector que da nombre al campo se inaugurará a partir de las 19.30 horas en el actual Parque Guadaira, junto a la Avenida de las Razas y el Puerto de Sevilla.
Zona del Parque Guadaíra donde estará instalado el monumento.
Zona del Parque Guadaíra donde estará instalado el monumento.
Con este reconocimiento “a todos los presos”, se quiere “saldar, en parte y de forma simbólica, la deuda que tenemos con ellos”, según el coordinador del Grupo ‘Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía’ (RMHSA) de CGT-A, Cecilio Gordillo. El Grupo, “el único que ha investigado los trabajos forzados, ya que no había iniciativa”, patrocina y promueve el monumento, un proyecto sobre el que lleva insistiendo desde hace 14 años. A última hora, el Ayuntamiento de la ciudad, beneficiario de la que fue la primera obra pública realizada por los presos del franquismo, se ha sumado colaborando en el acto, a través de Parques y Jardines. También presta su apoyo el distrito implicado, Bellavista-La Palmera. El Grupo RMHSA ha abierto una cuestación para quien quiera participar en el proyecto.
El del lunes será un acto público en el que intervendrán el historiador y ex preso, fugado, de Cuelgamuros, Nicolás Sánchez Albornoz; el historiador José Luis Gutiérrez Molina y la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla Carmen Castreño, que serán presentados por el antropólogo Ángel del Río. Cerrará el acto la cantautora Lucía Sócam.
‘TENDRÉIS ENVIDIA DE LOS MUERTOS’
Hace 78 años los militares franquistas establecieron un campo de concentración de prisioneros republicanos en Heliópolis, más conocido por el nombres de ‘El Colector’.
Fue el primero de los campos que se instalaron en Sevilla, pero no el único. Hasta siete campos se ubicaron en los alrededores de la ciudad, entre los cuales el de Los Merinales es sin duda el de mayores dimensiones y duración. Pero este tiene el privilegio de haber sido el primero, y el que sirvió de modelo para los muchos que levantó el nuevo régimen: “Los que han destruido España que la reconstruyan”, o “Tendréis envidia de los muertos” definen muy bien el futuro que les esperaban a los perdedores de la guerra.
Más de 250 presos políticos, en régimen de trabajos forzados, construyeron un colector que sirvió para llevar fuera de la dársena del Guadalquivir las aguas llovedizas y residuales de la acomodada zona de Heliópolis y avenida de La Palmera, lo cual vino a significar una importante mejora en la higiene y salubridad del lugar, y corrigió los graves defectos estructurales de la apresurada urbanización de 1929.Fue la primera obra pública realizada por los presos del franquismo, en este caso a beneficio del Ayuntamiento de Sevilla, quien adjudicó la ejecución de la obra, tanto la construcción del campo de prisioneros como del colector, a la empresa Entrecanales y Távora (actual ACCIONA).
UNA PROMESA A LOS PRESOS POLÍTICOS
Cuando concluyeron las obras, ‘El Colector’ se convirtió en Prisión Habilitada de Heliópolis: 900 presos, procedentes del campo de concentración de Sanlúcar la Mayor, la inmensa mayoría provenientes del Levante y de Cataluña. Ante la desmemoria y el reiterado olvido y reconocimiento de estos hechos por parte de las administraciones públicas, el grupo de trabajo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía de la Confederación General del Trabajo de Andalucía, (RMHSA-CGT.A), comenzó en 2002 a realizar gestiones ante dichas administraciones (Ayuntamiento, Junta de Andalucía, Junta de Obras del Puerto, etc…) para que se hiciera algún tipo de actuación en el lugar que sirviera de reconocimiento a quienes aquí penaron y trabajaron como esclavos.
Catorce años después, la tenacidad e insistencia de los promotores ha dado sus frutos y hoy podemos saldar, en parte y aunque sea de manera simbólica, la deuda que Sevilla tenía contraída con aquellos prisioneros republicanos que con sus esfuerzos y padecimientos contribuyeron, de manera significativa, a la mejora de la ciudad de Sevilla.

viernes, 8 de julio de 2016

"26-J: Impunidad infame y derrota admirable" artículo de Victor Ríos

La impunidad del PP
Los resultados de estas elecciones generales suponen una bofetada dura y amarga para
quienes pensamos que un partido caracterizado por sus políticas lesivas para la mayoría social, por su corrupción estructural y por la guerra sucia practicada desde el Ministerio del Interior y las cloacas del Estado, merecía un castigo ejemplar. Y en lugar de dicho castigo logra el respaldo de 7.906.185 votantes y con ello 14 diputados y 669.220 votos más que hace seis meses. Y para más inri con una participación total inferior en 1.200.000 votantes. (Cifras todas provisionales, al 100% escrutado pero a falta de contabilizar el voto de los emigrantes que hayan podido ejercerlo salvando las múltiples trabas conocidas).
Más allá del asombro, frustración o repugnancia que esto pueda provocar en muchas personas, se hace necesaria una reflexión serena y profunda que nos aproxime a una explicación racional sobre el comportamiento socioelectoral de estos millones de votantes. Para ello no bastará con aproximaciones demoscópicas basadas en los trasvases de buena parte de los 390.759 votantes perdidos por Ciudadanos y los 104.871 por UPyD. Pues también habrá que entender cómo el Partido de la Corrupción y los Recortes ha podido retener e incrementar sus electores anteriores más allá de los procedentes de estos trasvases.
Asumir una reflexión más profunda supone, en mi opinión, adentrarnos en el complejo territorio de los valores, intereses y motivaciones que han impulsado la conformación de la preferencia expresada por estos votantes. Y ponderar, por ejemplo, cuánto ha pesado en personas humildes la adhesión identitaria a valores reaccionarios y conservadores, sin tener en cuenta sus propios intereses; cuánto el bombardeo mediático al que se han visto sometidos en las últimas semanas, el miedo a escenarios de incertidumbre aumentados por el resultado del referéndum británico, la apelación al voto útil frente a todo ello… Desentrañar los mecanismos de la opresión política y de la dominación cultural que aún atrapan a amplios sectores populares es tarea ardua pero imprescindible.
La resistencia del PSOE
Y esta reflexión vale también para tratar de explicar la resistencia del otro polo del bipartidismo, la de un partido que obteniendo el peor resultado desde las primeras elecciones tras la dictadura franquista, perdiendo 120.606 votos y 5 escaños, logra mantener la segunda posición en porcentaje, electores y diputados. Con ello ambos polos del bipartidismo español suman ahora 222 diputados, nueve más que hace seis meses. Si entonces el PSOE quedaba situado a 33 escaños del primer partido, ahora la distancia aumenta a 52. Si entonces le separaban 21 escaños de la tercera fuerza, ahora le separan 14. Pero resiste frente a lo que aparecía como su mayor amenaza, verse superado en esa posición. Más allá del análisis pendiente sobre los flujos y trasvases de votos del PSOE, sobre el tipo de campaña dirigida frontal y casi exclusivamente contra Unidos Podemos, vinculada a su lugar y función en el sistema político español, se imponen otras consideraciones sobre su base social y electoral.
Cabe analizar, por ejemplo, qué proporción de sus votantes tiene plenamente asumido su papel de garante de una alternancia bipartidista funcional a los poderes económicos y mediáticos españoles y europeos y cuántos siguen votándolo en la creencia de que sus siglas centrales, socialista y obrero, siguen vigentes y pueden inspirar su actuación política, a pesar de la “miopía decisional” que ello pueda suponer a la vista de los hechos. Ello sin obviar así mismo el conocimiento de los mecanismos clientelares que permanecen en algunos territorios como redes que mantienen fidelidades poco atribuibles a afinidades ideológicas y más a estrategias de supervivencia en situaciones de exclusión social.
También aquí es precisa una labor ardua y paciente para ir desvelando el andamiaje sociocultural que sustenta la impostura de esta fuerza política. La consecuencia de ello puede ser, además, que vayan diluyéndose algunas ilusiones aún muy extendidas sobre el potencial de acuerdos posibles con esa fuerza mientras no surjan en su seno energías capaces de realizar la catarsis imprescindible para hacerla renacer como una herramienta útil para la transformación social, cultural y política. Algo que por el momento no aparece en un horizonte cercano.
Unidos Podemos: una derrota admirable, un futuro esperanzador
Parece que se ha impuesto el hábito de valorar los resultados obtenidos en unas elecciones en relación a las expectativas previamente creadas. ¿Creadas por quién? En primer lugar, por la mano inocente de encuestas y sondeos. Así, cuando los pronósticos auguran resultados inferiores a los obtenidos, los partidos pueden proclamar que han superado las expectativas y “derrotado a las encuestas”, aunque su resultado en algún caso pudiera ser mediocre. Por el contrario, cuando las expectativas creadas, a veces quizás calculadamente inducidas, sitúan un listón superior a los resultados obtenidos, se obvian otros factores y se asume la derrota frente a éstas. Con este preámbulo no pretendo olvidar, sino contextuar, el peso de otro elemento importante: los objetivos propuestos y declarados por la fuerza política en cuestión.
En el caso de Unidos Podemos, tanto las expectativas inducidas por la práctica totalidad de las encuestas en las últimas semanas –incluidos los sondeos realizados a lo largo de la jornada electoral y hechos públicos al cierre de las urnas–, como el objetivo proclamado de ganar las elecciones, despertaron un gran entusiasmo y movilización en las plazas y en las redes sociales. De ahí que el resultado obtenido haya sido acogido en un primer momento con sorpresa y decepción. Quienes teníamos depositadas nuestras esperanzas en un paso de gigante que pudiera merecer el calificativo de histórico en el plano electoral, tendremos que esperar algo más para definir así los logros de esta confluencia política en dicho ámbito. Frente a lo esperado y deseado, cabe reconocer sin subterfugios que nuestras expectativas se han visto derrotadas. Y habrá que analizar también por qué ha sido así, cuáles han sido y qué peso han tenido los distintos factores que han contribuido a este resultado, que ha situado el respaldo electoral en 5.049.734 ciudadanos, un millón menos que los votantes de Podemos, Izquierda Unida y las confluencias en diciembre de 2015.
Y sin embargo, dado el tamaño de los retos asumidos, de la tarea realizada y pensando en lo que viene, creo que se podría hablar de una derrota admirable. Una derrota, sí, pero admirable porque no debiera desmerecer lo conseguido, que es bastante más de lo que pudiera parecer al haber obtenido “solamente” 71 diputados. Dicho sea esto no solo para volver la vista atrás y situar el resultado de Unidos Podemos en su debida perspectiva histórica, la anterior y posterior al 15-M, la de los procesos electorales de 2014 y 2015 y la previa al acuerdo electoral; sino sobre todo mirando hacia el futuro, en el corto y medio plazo, si se logra atinar en la reflexión y en el camino a proseguir. No es mi intención extenderme ahora en estos aspectos. Me limitaré a esbozar una premisa, merecedora de un posterior desarrollo más minucioso y sosegado.
La primera cuestión a despejar tiene que ver con la valoración de la coalición electoral a la luz de los resultados. No me cabe duda de que las empresas de comunicación vinculadas a los poderes económicos redoblarán sus esfuerzos por dividir las fuerzas recientemente unidas, abundando en argumentos tales como “la disolución de Izquierda Unida en Podemos no le da a IU lo que esperaba” o “Podemos ha tirado por la borda su apuesta por la transversalidad al juntarse con los comunistas de IU”, etc, etc… Un argumentario destinado a hacer mella en quienes de uno u otro lado tuvieron reservas con la coalición acordada y pudieran ahondarlas ahora provocando desafecciones o conflictos en ambas formaciones políticas y en las confluencias logradas.
Vaya por delante que no se trata de rehuir ni ahogar ninguna reflexión crítica o autocrítica que contribuya a fortalecer y mejorar lo hasta ahora conseguido. Pero parto de la convicción de que desandar lo andado no ayudaría, sino todo lo contrario, a consolidar y profundizar el bloque social, cultural y político necesario para afrontar los próximos tiempos. Cada fuerza política deberá realizar sus análisis, al igual que las organizaciones sociales y culturales que han respaldado este proyecto. Y poner en común las reflexiones respectivas con el objeto de escuchar, aprender unos de otros y seguir avanzando en la implantación social, cultural y política de este proyecto de transformación profunda de las políticas, actitudes y mentalidades dominantes.
Ahora más que nunca hace falta identificar con precisión los retos y envites que los trabajadores y la mayoría social tenemos por delante en España y Europa. Para afrontarlos hará falta seguir concretando y actualizando el programa básico que puedan hacer suyo los distintos sectores que conforman la mayoría social lesionada por las políticas económicas dominantes. Un programa que ponga por delante la defensa de todos los derechos humanos, los económicos, sociales y culturales, los de los ciudadanos censados y los de los expulsados de sus casas y tierras por las guerras y el hambre que claman por su derecho al asilo a las puertas de la Unión Europea.
Para defender este programa necesitamos sumar más voluntades y frente a los poderosos que nos quieren divididos, deberemos mantenernos unidos. Unidos fraternalmente con todos los que sufren, sintiendo y luchando juntos, y unidos entre nosotros mismos, los que sabemos que otro mundo es posible y debemos predicar con el ejemplo que haga de nuestra diversidad puesta en común una auténtica fortaleza. Sin perder nunca la esperanza y la dignidad.
http://www.elviejotopo.com/topoexpress/26j-impunidad-infame-y-derrota-admirable/

lunes, 4 de julio de 2016

El laberinto mágico se representa en el Teatro Valle-Inclán de Madrid

MADRID - El laberinto mágico de 

Hasta el 10 de julio podiamos haber visto ( eso si hubiéramos encontrado una entrada, lo que era poco probable ) en el Teatro Valle-Inclán de Madrid, esta obra sintetizada por Ernesto Caballero de las cuatro novelas que componen el ciclo "El laberinto mágico" de Aub cetradas en la Guerra Antifascista.
Con un comienzo en la victoria en Barcelona sobre los golpistas, pasando por la resistencia en Madrid y terminando en la espera en Alicante de los barcos que nunca llegaron, El laberinto, mágico, es quizá la obra más arriesgada y compleja que se ha realizado sobre la defensa y muerte de la República. Y, posiblemente, la mejor realizada desde la restitución democrática.
Una obra que esperemos que ruede por todos los escenarios del país, para disfrute ( Max introduce la reflexión ) de todos.
Miqel Car




https://www.youtube.com/watch?v=AXA3T3SCBc4






Si hay alguien que merece ser considerado español, ese es Max Aub. Fue español por voluntad propia, por una decisión constante mantenida en las circunstancias más adversas. Nacido en París en 1903, de padre alemán y madre francesa, Max Aub llega a España en 1914 y sale de ella en 1939 para un exilio que duraría el resto de su vida. Viajó a España en dos ocasiones en los años sesenta, pero nunca volvió a vivir en la que consideraba su patria. Pero, como él afirmaba, «se es de donde se ha hecho el Bachillerato».
Toda la experiencia vivida por Max Aub en los años centrales de su vida, los de la Guerra Civil española, los trasladó al inmenso corpus narrativo al que llamó El laberinto mágico. Lo componen seis novelas, Campo cerradoCampo de sangreCampo abiertoCampo del moroCampo francés y Campo de los almendros, y un gran número de cuentos. El conjunto, que sobrepasa la mera crónica histórica para convertirse en un emocionante documento sobre la condición humana, es uno de los ciclos narrativos más importantes del siglo XX y sin duda el mejor de los dedicados a la Guerra Civil.
Espectáculo galardonado con los premios a Mejor Espectáculo, Mejor Actor Protagonista (Paco Ochoa), Mejor Actor Secundario (Alfonso Torregrosa) y Mejor Actor Revelación (Borja Luna) en la última edición de los Academy Awards de The Central Academy of Drama de China

sábado, 2 de julio de 2016

26J - El voto de la emigración

Podemos vuelve a copar el voto rogado y gana en 29 provincias

La abstención del 93,75% sitúa al 26J como las generales con menos participación de la historia. Solo 120.000 personas (30.000 personas que el 20D)
 votaron desde el extranjero
El verdadero pucherazo del 26J (y del 20D) se llama voto rogado. Se trata de un escándalo tolerado y consensuado, pues ninguna fuerza política ha querido acabar realmente con este sistema, impulsado en 2011 por el PSOE, con los votos favorables del PP, el PNV y CiU, para acabar con el fraude de los electores muertos. De hecho, el ministerio del Interior ni siquiera tiene en cuenta los datos del voto exterior, y en su web sigue falseando las cifras y afirmando que ha escrutado el 100% del voto de las elecciones del domingo pasado. Los datos del CERA, provisionales pero completos al 99%, que ha recopilado CTXT en las juntas electorales provinciales, muestran que solo 120.000 personas de las 1.920.000 censadas en el exterior lograron depositar su voto el 26 de junio. Es decir, que la participación del CERA, un censo de una población similar a Barcelona, la segunda ciudad española, sube desde el 4,7% de diciembre hasta el 6,25% de junio. Esto significa que la abstención total del 26J se eleva a 12,23 millones de personas (10,43 millones del censo interior y 1,8 millones del exterior), con lo que el porcentaje definitivo no será del 30,3% como indica Interior, sino del 33,5%.
Estos más de tres puntos sitúan al 26J como las elecciones generales con más abstencionistas de la historia reciente. Desde la llegada de la democracia a España, solo en cuatro ocasiones se había alcanzado un porcentaje parecido de desafección. La lista sigue con diciembre de 2015 (30,3%), marzo de 1979 (31,9%), marzo de 2000 (31,29%) y noviembre de 2011 (31,06%).
La tendencia en cuanto al voto emitido por los emigrantes y expatriados se mantiene estable: Unidos Podemos vuelve a ser el partido más votado, por escaso margen respecto al PP, a falta de conocer los datos de Guipúzcoa, Soria y Ceuta. La confluencia gana la mayoría de circunscripciones, 29, con 35.000 votos, frente a los 33.800 votos del Partido Popular, que se impone en 18 provincias y logra arrebatar Madrid y Murcia a la coalición de izquierda. El PSOE, con 19.500 votos, pierde las 4 provincias en las que ganó el CERA del 20D, incluida Almería, su último reducto andaluz. Los socialistas no logran ser la lista más votada en ninguna provincia, como Ciudadanos, que obtiene 17.900 sufragios, y cierra la tabla. ERC pierde una provincia respecto al 20D y se queda con la victoria en Lleida y Girona.
UP pierde Madrid y Murcia
La discutida coalición Unidos Podemos parece funcionar mejor fuera que dentro del país, ya que logra mantener el 90% de las provincias en las que Podemos fue la lista más votada el 20D. Aunque pierde Madrid por 1.462 votos, situándose el Partido Popular como la fuerza más votada por los emigrantes de la capital, UP logra mantener Barcelona con 3.569 votos frente a los 2.199 de ERC. Y repite como primera fuerza en Baleares, Cádiz, Castellón, Córdoba Cuenca, Girona, Guadalajara, Huesca, Las Palmas, Lleida, Murcia, Segovia, Tarragona, Teruel, Toledo y Valencia (además de, presumiblemente, Guipúzcoa, de la que CTXT solo ha podido obtener los datos de participación).
Podemos pierde Murcia por solo 2 votos ante el PP, que obtiene 672 sufragios. Y logra el ‘sorpasso’ en Almería, donde el PSOE fue el partido más votado el 20D. Allí, UP logra 543 votos, el PSOE 471, el PP 424, y Ciudadanos 230. 
El PP refuerza su hegemonía en provincias como A Coruña (pasa de 1.457 votos a 2.443), Burgos (de 247 a 405), Cantabria (de 365 a 634), La Rioja (204 a 337), León (619 a 859), Lugo (636 a 818), Melilla (de 22 a 44), Navarra (de 343 a 543), Ourense (944 a 1531), Palencia (110 a 169), Pontevedra (1.399 a 2.190), Salamanca (440 a 541) y Zamora (302 a 445). Y muy probablemente, sumará Ceuta y Soria, cuyos resultados CTXT no ha podido comprobar. 
Los populares arrebatan el triunfo en Asturias y Ávila al PSOE, y en Madrid, Murcia y Tenerife a Podemos. En Asturias, el PSOE pasa de ser primera fuerza el 20D a ser ‘sorpassato’ por Unidos Podemos, que se coloca en el segundo puesto. En cambio, en Ávila consigue al menos situarse como la segunda opción más votada.
El PSOE pierde Andalucía
El partido socialista no sale bien parado entre los emigrantes. Al perder Almería en favor de Unidos Podemos (543 frente a 424 votos), pierde Andalucía al completo, no solo en cuanto al voto nacional sino también entre los andaluces que votaron desde el extranjero.
Ciudadanos sigue sin convencer a los residentes en el extranjero, y sigue sin lograr ser la primera fuerza en ninguna provincia. Pero en Madrid vuelve a superar al PSOE convirtiéndose en tercera fuerza, por detrás de PP y Unidos Podemos. Aunque mejora en provincias como Asturias, Ávila, Badajoz, Vizcaya, Burgos, Tenerife, Teruel, Toledo, Valencia, Valladolid, o Zaragoza. Sin embargo es en Zaragoza donde sufre el sorpasso del Partido Popular, que le quita la segunda posición por detrás de la coalición de Unidos Podemos.