Se están produciendo movimientos y maniobras, a escala mundial, que involucran a todos los hemisferios y que revitalizan de manera significativa al IMPERIALISMO. El Tratado Trasatlántico de Libre Comercio (TTIP), para ejecutarse, debe conseguir cada vez más gobiernos y cuidadanía cautiva y dócil que garantice su éxito.
Desde la caída del Muro de Berlin y la desaparición de la URSS, se fue abandonando la denominación IMPERIALISMO, asociada a una connotación antagónica-confrontativa con COMUNISMO. Una vez "extinguido" el referente, se incorporó el eufemismo GLOBALIZACIÓN. La propia evolución de los acontecimientos, de los últimos 25 años, nos permite comprender, cada vez más, cual es el alcance y la medida de las reglas del juego que se renuevan y redefinen a placer por parte del Gran Poder Económico Mundial junto a los cipayos de turno instalados en gobiernos instrumentales y cómplices de los que tienen el PODER DE VERDAD.
El cuello de botella se estrecha y ahora le toca a Europa acabar definitivamente con "los privilegios", propio de los paises "ricos y centrales", que se mantenían a salvo del expolio salvaje, indignante e injusto, mantenido en todo el planeta, con sus consecuencias devastadoras por donde se mire. Desde 2008, con la crisis instalada que afecto, de manera más significativa a España, Grecia y Portugal, se van redefiniendo las condiciones de vida, a peor para la inmensa mayoria, que junto al vasto movimiento migratorio que escapa de la guerra y la miseria, propician un caldo de cultivo de consecuencias imprevisibles. Y se extreman los esfuerzos por mantener gobiernos ejemplares con la aplicación de ajustes que profundizan las desigualdades, a la par que se engrosan los beneficios de las empresas que siguen lucrando con dinero público y, en particular, a costa de servicios esenciales que debieran estar en mano de los Estados Nacionales (cada vez más devaluados y cautivos de los mercados que les deja una presencia testimonial).
Lo único estable, que perdura, es lo que brinda rentabilidad garantizada a quienes apuestan por un beneficio para el 1% y en contra de los intereses del 99% restante. O sea la equiparación, cada vez más acelerada, de las condiciones de vida de los paises que llevan innumerable tiempo desvastados y que, como Irak, Libia, etc, se convirtieron en paises inviables.
Latinoamérica no puede estar ajena a los designios del IMPERIALISMO YANKI y por eso se vive un proceso de desestabilización que promueve el derrocamiento de gobiernos democráticos que defienden intereses populares, a favor de las mayorías, y alejados del modelo neoliberal hegemónico. Por lo tanto el recambio indispensable para terminar de redondear el TTIP es la colaboración indispensable de "nuevos" gobiernos que allanen el camino para facilitar el mayor despliegue y profundización, de la explotación a escala internacional, sin que exista resistencia ante el atropello que significa el mayor empobrecimiento y precarización de la condiciones de vida de miles de millones de ciudadanos.
Argentina se enfrenta el próximo 22 de noviembre a un dilema que escenifica, con bastante rotundidad, cuales pueden ser las consecuencias para el país de acuerdo a quien se elija en la segunda vuelta.
El estado español, el próximo 20 de diciembre, decidirá cual será el próximo mapa electoral y el posible gobierno. La continuidad del ajuste y los perjuicios para la mayoría de la ciudadanía o una alternativa que brinde una oportunidad de respiro y la posibilidad, al menos, de recuperar derechos básicos perdidos para contrarestar la mayor precarización vivida desde la época del franquismo.
Tenemos que ser conscientes de nuestras fuerzas y nuestra capacidad de movilización y dar los pasos necesarios, mas pronto que tarde, para evitar una hecatombe que destruya, definitivamente, las condiciones de vida más elementales. Y pensar en clave global para actuar a nivel local, con un pensamiento crítico, dialéctico y circular.
El artículo, forma parte de un debate abierto a través del periódico Público de España.
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