CATALUNYA ELNACIONAL.CAT 31/7/2019 - "Si queremos vivir en una república independiente, sólo lo podremos alcanzar desde la unidad política. La desunión no nos llevará [a este objetivo]". Esta es la primera conclusión que expone al president en el exilio, Carles Puigdemont, en el breve libro que hoy ha dado a conocer públicamente ( La Campana ), y que lleva por título precisamente la palabra Re-unim-nos. Reflexions sobre el retorn a la unitat. La receta, sin embargo, no acaba aquí. Puigdemont también concluye que la experiencia del 1-O demuestra que el Estado español no negociará nunca el derecho a la autodeterminación: "El único camino que nos puede garantizar el objetivo pasa, lamentablemente, por una inevitable confrontación con el Estado". Una confrontación no violenta, puntualiza.
Puigdemont ha hecho llegar este texto a los parlamentarios de ERC, de JxCat y de la CUP, así como a los presos políticos, a los miembros del Govern y a los dirigentes de la Crida y Òmnium.
Su reflexión parte de la preocupación ante los efectos de la desunión que se ha hecho evidente entre las fuerzas independentistas y las consecuencias que ha comportado, entre otras cuestiones, en los acuerdos posteriores a las elecciones municipales.
El president admite que los pactos, sobre todo los pactos difíciles de explicar, son parte esencial de sistema democrático, pero alerta que se tienen que construir a partir de una dirección política coordinada. Lamenta que en las elecciones municipales la desunión y la consiguiente confrontación ha conducido a un "determinado fracaso" en los objetivos principales del independentismo. Advierte que si hubieran concurrido con unidad hoy el independentismo gobernaría la capital catalana y presidiría la Diputación de Barcelona, se habrían ahorrado las tensiones y confrontaciones de las últimas semanas y el desconcierto que se ha acabado sembrado entre la ciudadanía.
Puigdemont aborda un repaso crítico sobre la falta de unidad en los acuerdos en la política estatal desde las pasadas generales. Incluye tanto la moción de censura que hizo presidente a Pedro Sánchez hasta las dudas expresadas sobre el apoyo a los presupuestos del gobierno socialista. Al fin y al cabo, según su opinión, ha acabado comportando el "blanqueo de los socialistas" a la vez que Pedro Sánchez "ha endurecido su negativa a dialogar con los independentistas y el gobierno de Catalunya, a pesar de la rotunda victoria de ERC y la existencia del número de diputados independentistas más alta de la historia".
Profundizar en la unidad
"Todo lo que se hace fuera de la lógica de la unidad nos va a la contra", alerta en el texto, y añade: "Es el momento de corregido derivas y profundizar en la unidad. Es el momento de aislar factores de desunión, de cambiar actitudes de confrontación y falta de respeto, de ser muy generosos con el país y muy poco egoístas por lo que respecta al partido".
Esta unidad tiene que servir, en opinión de Puigdemont, para responder a otra de las conclusiones que formula en el libro, que se basa en que "el Estado no negociará nunca el derecho a la autodeterminación de Catalunya" y "utilizará todos los recursos para impedirlo" aunque haya una mayoría de partidarios de un estado independiente. La razón es que el principio que utiliza el Estado no es el de las mayorías en Catalunya sino en España.
Confrontación
"No habrá ningún diálogo ni ninguna negociación sobre el derecho a la autodeterminación de Catalunya", advierte. Eso quiere decir, que la confrontación es el único camino porque la negociación y el referéndum acordado son, según asegura en el texto, "fantasías", "una ilusión", que han quedado descartadas desde el 1-O.
Para Puigdemont, la única vía posible es "una nueva etapa de confrontación" y sostener lo contrario no es ni "realista" ni "honesto". No hay otros caminos para conseguirlo. "Y, incluso así, no es seguro de que se alcance", avisa.
No-violència
Alerta de que se trata de una confrontación "largo recorrido" e intensidad variable, a partir de un "irrenunciable compromiso" a la no-violencia. "No existen atajos que pasen por la violencia", alerta. Por esta razón, advierte sobre la necesidad de "resistir siempre a las provocaciones" por graves y ofensivas que sean, y "manejar bien todos los registros en que se puede expresar el compromiso con la no violencia en un contexto de confrontación con un estado muy poderoso", lo cual incluye resistencia activa, acciones de boicot pacífico, objeciones fiscales y de conciencia...
Puigdemont concluye que el Estado tiene preparada una "nueva pared" y se pregunta, en primer lugar, si hay disposición a soportar una nueva ola represiva y, en segundo lugar, si hay bastante fuerza para superarla. En este punto incluye la respuesta a las sentencias del 1-O. "Enmarquémoslo en una estrategia que para ser ganadora sólo puede ser coral, compartida y participada por todo el mundo, sin exclusiones", reclama.
"El trayecto que empezamos con el referéndum del 1 de Octubre ha llegado lejos, pero todavía no ha llegado al final. Y si queremos seguir recorriéndolo, lo acabaremos juntos, que es como lo empezamos", advierte.
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