No todas las revoluciones implican violencia: la revolución de los claveles de Portugal en 1974 puso fin a una larga dictadura sin apenas derramar una gota de sangre.
Hay que remonta a 1926, año en el que se implantó en Portugal el “Estado Novo”, un régimen en línea con las corrientes totalitarias de la Europa del momento que acabaría siendo la dictadura más larga del siglo XX en Europa.El “Estado Novo” permaneció más o menos estable hasta finales de la década de los 60, cuando la tensión aumentó en Portugal y fue debilitado por las guerras coloniales de la que tanto el ejército como el pueblo estaban hartos. En 1972 surgió el Movimiento de las Fuerzas Armadas, una organización clandestina dentro del propio ejército portugués cuyo fin era liberar gradualmente las colonias y alcanzar la libertad democrática en Portugal.
El 25 de abril de 1974, de madrugada, sonó por la radio la canción “Grândola, Vila Morena”, elegida como contraseña por los militares. Su emisión supuso el inicio del golpe: comenzaba la revolución de los claveles.
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