En un primer grupo, seis mayores de edad están acusados de delitos de odio, lesiones y desórdenes públicos. La Fiscalía y la acusación les pide hasta 5 años de prisión, y ya tuvieron que pagar 17.000 euros de fianza para no ingresar en prisión . La madrugada del 2 de noviembre de 2017, pocas horas antes de que el Supremo decretara el ingreso en prisión preventiva de los consejeros y consejeras del Gobierno que no habían marchado al exilio, además de la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, fueron detenidos por parte de la Brigada de Información de la policía española seis jóvenes de entre 21 y 29 años que habían manifestado el 1-O en la plaza Sol de la capital del Estado -le congregaron unas 8.000 perosnes- para defender el derecho de autodeterminación de los catalanes y denunciar la brutalidad policial. También dos menores de edad por la misma razón. Al ser detenidos, la policía les comunicó que estaban acusados de desórdenes públicos. Pero cuando fueron trasladados a comisaría "se les acusó de un delito de odio y de lesiones" , relata en El Mundo el equipo de la defensa de los seis jóvenes mayores de edad.
"Se había convocado una manifestación legal en Sol, que discurría tranquilamente hasta que llegó un grupo de una veintena de personas con simbología nazi y banderas españolas. La policía los separó e hizo un cordón, pero los dejó quedarse aunque no tenían permiso de manifestación. Pero un mes después, la policía detiene a los seis jóvenes y los dos menores, que no iban juntos ni eran amigos. Se les detiene sin ni siquiera citar previamente, a pesar de que todos tienen familia y trabajo y no hay riesgo de fuga es claro, porque no habían hecho nada ", relata una de las abogadas. Se les acaba acusando de un delito de lesiones, de desorden público y también de un delito de odio. " Todo ello surrealista, porque se supone que el delito de odio es contra el grupo de nazis, que supuestamente ha denunciado los ocho manifestantes!", Explica la defensa, que ha recibido el apoyo de la Caja de Solidaridad.
Dos años después de las detenciones, el juicio aún no ha llegado. La defensa teme que "pueda estar ligado a la sentencia del proceso, para poder legitimar delitos de odio y violencia". Según los hechos que relata la Fiscalía en el escrito de acusación, ateniendose a la denuncia de cuatro de los manifestantes de ideología neonazi, los seis jóvenes y los dos menores les habrían agredido en una calle paralela a Sol, encapuchados, a debido a su ideología. "Es surrealista que los imputen un delito de odio contra este grupo de manifestantes neonazis que no tenían autorización y que además exhibían simbología e intentaron agredir a los manifestantes legales", añade la defensa de los jóvenes, que además, remarca la paradoja que "la plaza estaba llena de policía en todas partes, también por las calles adyacentes, es raro que nadie viera estas agresiones, no?".
Un segundo caso que está pendiente de juicio es el de siete personas que formaban parte del cordón de seguridad de la organizaciónde la manifestación en Madrid el 16 de marzo de 2019 en apoyo al derecho a decidir, organizada por el ANC, Òmnium y entidades de Madrid. "Un grupo de neonazis de Hogar Social introdujeron a la manifestación, y el cordón de seguridad se puso delante. No sabemos cómo, siete personas del cordón de seguridad fueron denunciadas por esta gente, por supuestas agresiones. Pero la policía no les ni detener ni multar en el momento? Las siete personas son activistas por los derechos fundamentales y antifascistas , todo apunta a que la Brigada de Información los identificó y denunció porque sí ", relata la abogada que los defiende, que prefiere no identificarse para evitar represalias en su trabajo diaria como abogada. A estas alturas, el juicio está parado: "Hubo una primera vista, pero no existía ni siquiera denuncia por parte de los nazis supuestamente agredidos, sólo denuncia de la policía. La juez dijo que era surrealista y suspendía el juicio a la espera de que Fiscalía se pronunciara ".
Finalmente, un tercer caso, en el que finalmente los encausados han sido absueltos. La noche del 12 de octubre de 2017 se celebraba en la discoteca del Teatro de Madrid una fiesta "anti-indepenentista", según relató la prensa madrileña entonces. Tres meses después, la policía española detenía un grupo de jóvenes acusados de haber agredido personas asistentes a la fiesta al grito de "vamos a votar, votaremos " y "viva Cataluña". Al delito de lesiones le sumaban también el delito de odio. "En el juicio un policía declaró que había visto las agresiones, y nos preguntamos, y por qué no los detuvo?", Comenta la abogada. Apenas hace unas semanas se hizo pública la sentencia y los jóvenes fueron absueltos.
https://www.elmon.cat/politica/repressio-1-o-ciutadans-madrilenys_2075297102.html
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