El genocida franquista se ubica así a escasos metros de la muralla donde fueron fusiladas algunas de las 4.500 personas que siguen sepultadas en las fosas comunes del cementerio de San Fernando en Sevilla, cerca de 13 mil en toda la provincia. A pesar de que la Ley de Memoria Histórica de Andalucía dice en su artículo 32, punto 4: “Cuando los elementos contrarios a la Memoria Democrática estén colocados en edificios de carácter privado con proyección a un espacio o uso público, las personas propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos”, la Junta de Andalucía no ha exigido hasta la fecha su retirada.
Las alocuciones de un psicópata
Entre sus alocuciones radiofónicas que desde Radio Sevilla utilizaban el terror como arma de guerra, es muy conocida la incitación al exterminio del enemigo o la violación de las mujeres republicanas: “Por cada uno de orden que caiga, yo mataré a diez extremistas por lo menos -gritaba Queipo desde los micrófonos de la emisora-, y a los dirigentes que huyan, no crean que se librarán con ello: les sacaré de debajo de la tierra si hace falta, y si están muertos los volveré matar […] Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser hombre. Y, de paso, también a las mujeres. Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen, ¿no han estado jugando al amor libre? Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que forcejeen y pataleen”.
‘La Desbandá’
En febrero de 1937 las tropas franquistas entraban en Málaga. Entonces, 300.000 personas huían por la carretera de Almería cuando fueron bombardeadas por tierra por las tropas marroquíes de Franco, desde el mar por las tropas franquistas y desde el aire por los aliados alemanes, acabando con la vida de alrededor de 6.000 civiles. «Queipo de Llano estaba anunciando que iba a entrar en Málaga a sangre y sexo, decía ‘malagueñas vais a saber muy bien quiénes son los hombres», recordaba el investigador Jesús Majada. En los 260 kilómetros que separan Málaga de Almería hay muy pocos monumentos que reconozcan la masacre. Uno de ellos es el agujero de un obús franquista.
Una reivindicación que suma antecedentes
No es la primera convocatoria en la que se pide sacar los restos de este asesino sanguinario de la Macarena. El 1 de diciembre de 2019 decenas de personas pidieron la exhumación de Queipo de Llano de la Macarena y Adelante Sevilla exigió entonces al alcalde y ahora candidato a las primarias del PSOE Espadas para la candidatura a la presidencia de la Junta de Andalucía impulsarla. La Plataforma Gambogaz ya exigió que el templo deje de acoger la tumba del citado militar, una movilización que fue apoyada por Adelante Sevilla, cuyos dirigentes instaron al alcalde, Juan Espadas (PSOE), a impulsarla, cosa que no ocurrió.
Un mes antes, el 28 de noviembre de 2019, con los votos negativos de PP, Cs y Vox, el Pleno del Parlamento de Andalucía había rechazado una iniciativa de Adelante Andalucía para exhumar en el plazo de un mes los restos de Queipo de Llano. En Octubre se había celebrado otra concentración. Entre el 17 y 18 de julio de 2018 también tuvo lugar una vigilia antifascista en la Plaza de la Esperanza Macarena de Sevilla con el mismo objetivo.
Plataforma Gambogaz
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