¡ LLAMAMIENTO A ORGANIZAR POLÍTICAMENTE EL SOBERANISMO DE IZQUIERDA !
¡ LLAMAMIENTO A DEFENDER ANDALUCÍA !
La crisis económica que se precipita sobre Europa viene a prolongar las consecuencias de la crisis del capitalismo del año 2008. La pandemia actual ha acelerado las contradicciones existentes en el modelo económico internacional, especialmente las contradicciones del capitalismo occidental, norteamericano y europeo. Europa aparece cada vez más frágil, con sociedades cada vez más desprotegidas y clases trabajadoras más agredidas. Al mismo tiempo, vemos una patronal y un bloque dominante cada vez más violentos, agresivos y destructores de la serie de consensos democráticos y de derechos sociales conquistados tras el final de los fascismos en Europa. Este mismo bloque hegemónico, que en el caso español supo sobrevivir a la dictadura y converger junto al eurocomunismo y la socialdemocracia en un régimen monárquico y capitalista, hoy nos arrinconan con el ascenso del fascismo, tercera fuerza política ya detrás de los partidos del régimen bipartidista. El auge de los fascismos en EE.UU y en todos los países de Europa determina una nueva fase de escalada en el conflicto y en la defensa de los derechos de los pueblos de las clases trabajadores. El auge del fascismo español ha arrastrado todas las posiciones del mapa político hacia la derecha, no solo la del PP y la del PSOE, sino también la moderación de Podemos y del Partido Comunista de España.
En Andalucía el desgaste durante cuatro décadas de los gobiernos del PSOE, el hundimiento del PCE en el gobierno de coalición 2011-2015 y los enfrentamientos internos de Podemos entre la dirección andaluza y estatal, que han tenido como resultado la salida de la mayoría de la dirección andaluza de Podemos, han supuesto la ventana de oportunidad para que el PP y Ciudadanos con el apoyo de la ultraderecha hayan llegado a la Junta.
Tres nuevas circunstancias atraviesan el panorama político andaluz:
1. La primera es un nuevo ciclo de gobierno de las derechas (PP-Ciudadanos-Vox) por primera vez en la historia reciente de Andalucía.
2. Un gobierno estatal gobernado por el PSOE y Unidas Podemos, que marca la senda para un acuerdo de gobierno también en Andalucía entre estas dos fuerzas.
3. La tercera es la casi desaparición de la política específicamente andalucista. La inexistencia de partidos andalucistas de relevancia permiten agresiones de todo tipo hacia nuestro pueblo, incluyendo ataques contra las señas y símbolos de identidad andaluza, tanto simbólicos como institucionales. Si hay una buena noticia dentro de este contexto negativo es la apuesta de tres de los cinco grupos (Izquierda Andalucista, Primavera Andaluza y Anticapitalistas) que integran Adelante Andalucía por consolidar un espacio político y desarrollarlo como un sujeto político andaluz diferenciado, lo que ha abierto un debate en el seno de la izquierda andaluza sobre la necesidad de una herramienta política propia andaluza no subordinada al PSOE.
Desde Defender Andalucía queremos hacer una llamada de atención sobre la situación del andalucismo de izquierdas y la grave crisis que atraviesa a lo largo de la última década. A partir del estallido de la crisis de 2008 y del movimiento popular conocido como 15M en 2011, el andalucismo no ha sabido reinventarse y arrastra un largo ciclo de crisis que lo sitúan hoy en una posición crítica. El andalucismo tan solo ha sabido arraigar en movimientos sindicales y luchas obreras (Marchas obreras Andalucía en Pie de 2012), así como en plataformas y espacios de articulación como la Plataforma 4 de Diciembre 20014-2019. A pesar de esta grave crisis, el andalucismo sigue resistiendo a la presión de partidos estatales que trataron y tratan de absorber el acumulado político para su estrategia interna de cara a las políticas electorales de carácter estatal. La disolución del PA y en la práctica la desaparición de la CUT en el año 2015 han forjado una nueva orfandad para todos y todas las activistas y militantes del andalucismo de izquierdas, así como para la clase trabajadora en su conjunto.
Con esta presentación llamamos a reorganizar el espacio que históricamente ha constituido el nacionalismo andaluz de izquierdas, recuperar el legado de la izquierda consciente andalucista y reconstruir junto al movimiento obrero andaluz, los movimientos sociales, sindicales, culturales y juveniles un espacio político desde el que enunciar nuestro andalucismo, de clase y soberanista: el andalucismo de la tercera ola. Un nuevo andalucismo que recupere el legado del primer andalucismo histórico de Blas Infante y su pensamiento (1910-1936), pero que rompa con ciertas inercias del segundo andalucismo histórico (1970 – 1990), con los viejos hiperliderazgos, con el andalucismo de corriente interna en los partidos estatales, y que promueva un paso más allá del andalucismo de plataforma cultural. Nuestra generación y el pueblo trabajador andaluz necesita una organización política que recoja sus anhelos, que construya junto al feminismo, junto a los movimientos sociales comarcales y vecinales, junto al antirracismo, el ecologismo y en diálogo con el conjunto de las izquierdas andaluzas y de los andalucismos.
Para la construcción de este nuevo espacio político andaluz necesitamos la autoorganización de activistas, cuadros políticos, sindicalistas, feministas, docentes, ecologistas, investigadores/as, periodistas y escritores/as, artistas en torno a una red que reorganice al andalucismo militante, con dos tareas fundamentales a abordar en los próximos meses y en los próximos años:
- En primer lugar, generar lugares de encuentro y diálogo para las diferentes realidades del andalucismo cultural, del soberanismo militante, el sindicalismo andaluz, los feminismos andaluces, los movimientos en defensa del territorio y el ecologismo. Un bloque andaluz de izquierdas que esté presente tanto a nivel electoral e institucional, como en el terreno social y popular; fruto y consecuencia de un movimiento social amplio, y de una mesa de organizaciones andalucistas que recoja el espíritu de la Coordinadora 4 de Diciembre para defender una Andalucía soberana.
- En segundo lugar, construir de un horizonte de pensamiento andaluz un espacio de intercambio de ideas y formación política, que cuente con medios críticos que dibujen las coordenadas teóricas, políticas, intelectuales y culturales de la tercera ola de andalucismo político, el andalucismo del siglo XXI, que tiene que ser soberanista y de clase.
Con este llamado Defender Andalucía se dirige a los y las militantes del conjunto de los movimientos sindicales de clase, populares, culturales, feministas, antirracistas, espacios municipalistas, iniciativas culturales y grupos de reflexión para emprender un proceso de construcción de una organización estratégica que ofrezca una aportación significativa al movimiento andalucista del siglo XXI y a la clase trabajadora andaluza. Defender Andalucía quiere ser una organización que aglutine militantes soberanistas empeñados en la construcción de un movimiento político de clase, ecologista, feminista, antirracista y soberanista andaluz.
Las organizaciones de izquierdas comprometidas con Andalucía tienen la responsabilidad política de abrir un proceso de debate y autoorganización. En ese debate se debe poner sobre la mesa cuáles son las principales vías de incidencia en la sociedad andaluza, qué luchas estratégicas conviene impulsar y qué redes necesitamos ampliar y consolidar para la construcción de un referente político de izquierdas para el pueblo andaluz. Entendemos que la estrategia para acumular fuerzas en el plano político-electoral es la construcción de un Bloque Andaluz de Izquierdas que represente la expresión unitaria del nacionalismo andaluz y defienda la soberanía nacional y las reivindicaciones de la clase obrera andaluza en las instituciones andaluzas, estatales y europeas. Para construir ese Bloque entendemos que el primer paso es tener una organización estratégica como Defender Andalucía que agrupe a la militancia soberanista para trabajar de forma colectiva en una línea política clara que ayude a construir ese bloque junto al resto de fuerzas andalucistas y los movimientos sociales.
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